10 de octubre : Dia Mundial de la Salud Mental
Atender a pacientes odontológicos con patologías mentales o alteraciones conductuales requiere unos conocimientos adecuados y el empleo de una serie de pautas. “Manejar a personas que acuden a la consulta odontológica por un problema bucodental y que manifiestan algún desorden mental o alteración de la conducta es muy diferente al manejo de otros pacientes. Necesitas abordar el tratamiento y la relación con tu paciente desde la calma y la confianza. Olvídate de las prisas y de dar nada por sentado”, asegura Ignacio García-Moris, Presidente del Colegio Oficial de Dentistas de Baleares, CODB, y especialista en pacientes con diversidad funcional.
Según los expertos, estos casos plantean un reto más al que debe enfrentarse el dentista, no solo por el esfuerzo extra que puede suponer el manejo de la conducta sino también porque, a veces, estos pacientes o no están diagnosticados o, por vergüenza o miedo al rechazo, no se atreven a ponerlo en conocimiento de su dentista. Esto impide enfocar adecuadamente las estrategias de actuación e, incluso, a fracasar en los objetivos terapéuticos.
A juicio de los expertos que se reunieron en el Congreso de la Periodoncia y la Salud Bucal, que organizó la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) en la ciudad de Málaga, en el pasado mes de mayo, en nuestro país existe una laguna importante de formación en este campo. Desafortunadamente, cada vez es mayor el número de pacientes con problemas de salud mental o alteraciones conductuales, lo que incrementa significativamente los casos de este tipo que acuden a la clínica dental.
Entrenamiento para ser capaz de discernir las necesidades de los pacientes con diversidad funcional
“Atender a un paciente con diversidad funcional conlleva mucho tiempo, mucha habilidad y mucha paciencia por parte del equipo de salud bucodental. Es imprescindible construir una relación de confianza con el paciente y muchas veces no es tarea fácil. No nos enseñan cómo abordar este tipo de casos en la facultad, así que, al final, vas aprendiendo por experiencia”, explica el Dr. García-Moris.
La capacidad de empatía de cada profesional y las dosis de paciencia y tiempo que se invierta en estos pacientes son la clave del éxito en los procesos terapéuticos, aseguran los expertos. Además es necesario un buen entrenamiento para ser capaz de entenderlos mejor y discernir sus necesidades. “Hay que evitar estigmatizarlos y discriminarlos, y tratarlos como al resto de personas que sufren cualquier otra enfermedad”, en opinión de la Dra. Regina Izquierdo. “Lo más complicado de nuestra profesión no es el manejo de la parte técnica, sino de la parte humana”.
Los trastornos mentales figuran actualmente entre las patologías más comunes de la sociedad española.
Según publica Gaceta Dental, la última Encuesta Nacional de Salud en España refleja que 1 de cada 10 adultos tienen algún tipo de problema de salud mental: ansiedad, depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, etc., y sufren deterioro cognitivo 3 de cada 10 mayores de 65 años.
También es alto el porcentaje de españoles que toman medicación ansiolítica o antidepresivos, es uno de los índices de consumo más altos de Europa. Este hecho puede influir de manera directa en la aparición de patología bucodental por la disminución del flujo salivar que conllevan estas medicaciones, aseguran los expertos. La incidencia de trastornos de la conducta alimentaria, cuadros depresivos y diferentes adicciones que se multiplican entre los más jóvenes ha aumentado tras la pandemia, lo que también termina por repercutir en un empeoramiento de la salud bucodental, añaden.
Labor en la detección precoz de trastornos mentales
Desde la consulta dental se puede contribuir a detectar muchos casos no diagnosticados de enfermedad mental, como sucede con otras muchas patologías, afirman los expertos. Las clínicas dentales atienden, cada año, un alto porcentaje de la población que, generalmente, se considera ‘sana’ y, por tanto, no suele visitar ningún otro servicio de salud.
“Cambios repentinos en los autocuidados y, en concreto, el abandono de hábitos correctos de higiene oral nos puede dar una pista sobre la aparición de un trastorno emocional”, señalaba la Dra. Izquierdo en el Congreso de la Periodoncia y la Salud Bucal. También la detección de hábitos parafuncionales (bruxismo o apretamiento dental), el aumento en el consumo de tabaco o la aparición de recaídas/complicaciones en pacientes tratados y estables periodontalmente pueden ser la primera señal de estar pasando una época de estrés o estar cayendo en una depresión que el paciente no ha sido capaz de identificar y/o asumir.
Por otra parte, un desgaste selectivo localizado en la cara interna de los dientes superiores podría estar relacionado con trastornos de conducta alimentaria, lo que da pie a investigarlo preguntando al paciente y/o sus padres. En el caso concreto de los trastornos de la alimentación, se considera que, especialmente en los adolescentes, la consulta dental puede ser en muchos casos el primer centro sanitario donde se puede sospechar su presencia.
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