50 riesgos asociados al tratamiento ortodóncico a distancia con alineadores invisibles
Dentistas y ortodoncistas de toda Europa elaboran una lista de 50 riesgos asociados al tratamiento ortodóncico a distancia con alineadores invisibles
El CODB, cumpliendo con su deber de velar por los derechos y la seguridad de los pacientes, advierte a la población de las Islas de los graves riesgos que comportan tratamientos de ortodoncia con alineadores dentarios remitidos por correo, sin un diagnóstico inicial adecuado ni un correcto y regular seguimiento clínico. Las empresas que ofrecen estos tratamientos, a menudo, presentan sus servicios como asequibles, rápidos y seguros, aunque claramente incumplen los estándares dentales profesionales.
Un total de 31 sociedades, asociaciones e instituciones profesionales dentales y ortodóncicas de 25 países han redactado, en 12 idiomas diferentes, una “Declaración conjunta” sobre los tratamientos remotos de las maloclusiones dentarias.
La Declaración, auspiciada por la Federación Europea de Asociaciones de Especialistas de Ortodoncia (EFOSA) fue aprobada el 28 de octubre de 2021 y establece claramente los requisitos básicos que deben cumplirse para cualquier tratamiento de ortodoncia. En ella se establece que el tratamiento de ortodoncia sin un examen clínico minucioso del paciente cara a cara, sin radiografías y sin un seguimiento clínico regular es potencialmente peligroso para la salud del paciente y que cualquier tratamiento autoadministrado y realizado a remoto no puede justificarse desde una perspectiva médica profesional.
La unanimidad mostrada por los ortodoncistas europeos sobre este tema deja claro que la ortodoncia es mucho más que alinear los dientes anteriores. Igualmente cabe citar la validación conjunta de un protocolo de actuación para el uso de los alineadores transparentes por parte de la Asociación Española de Ortodoncistas (AESOR) y la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), que también incide en que la comercialización de los alineadores transparentes para que el paciente realice el tratamiento en su domicilio, sin la debida supervisión de un ortodoncista, entraña un gran riesgo para el paciente.
Así, los especialistas han desarrollado una lista con 50 posibles riesgos agrupados en riesgos propiamente ortodóncicos, riesgos relacionados con la articulación temporomandibular, riesgos relacionados con dientes, encías y mucosas y otros riesgos como podrían ser:
Aspiración accidental de material de impresión, de fragmentos de alineadores o de tiras de limado interproximal, con resultados diversos que pueden llegar hasta la asfixia y/o muerte.
Omisión de diagnóstico de dientes supernumerarios (mesiodens particularmente, pero no exclusivamente), agenesias dentarias, odontomas o retenciones dentarias con las severas consecuencias que de ello derivan.
Omisión de diagnóstico previo o evolutivo de anquilosis dentarias con funestas consecuencias ortodóncicas.
Desarrollo de reacciones alérgicas al material plástico de los alineadores independientemente de la existencia de antecedentes del paciente. A destacar también la frecuente alergia al látex de los elásticos intermaxilares, que no es detectada al realizar la historia clínica, pudiendo condicionar desde cuadros leves a cuadros muy graves (edemas labiales y de glotis laríngea).
Todos los derivados de la inexistencia de una adecuada anamnesis previa, careciendo por tanto de los antecedentes personales y familiares del paciente con significación clínica (por ejemplo, antecedentes traumáticos, quirúrgicos, médicos, etc.).
Todos los derivados de la inexistencia de una adecuada exploración y toma de registros complementarios (modelos, fotografías, radiografías), como por ejemplo la realización de tratamientos en presencia de quistes de cualquier naturaleza o de inflamaciones no diagnosticadas.
Inducción de alteraciones en el patrón respiratorio del paciente o agravamiento de las previamente existentes, con especial mención a los trastornos respiratorios del sueño del tipo ronquido y apnea del sueño.
Aparición de problemas cervicales, cefaleas, mareos o vértigos.
Sobre los riesgos propiamente ortodóncicos, los especialistas enumeran concretamente los siguientes:
Desarrollo de mordida abierta posterior (en relación con el apretamiento molar sobre los alineadores o pérdida de torsión incisal).
Desarrollo de mordida abierta anterior (por erupción o falta de cubrimiento de dientes posteriores).
Aumento de la sobremordida, frecuentemente agravada por el uso de alineadores.
Falta de coordinación de arcadas dentarias en los planos transversal, sagital o vertical, con exceso o falta de expansión y aparición secundaria de mordidas cruzadas o en tijera de difícil solución, así como con exceso o falta de protrusión dentaria.
Espacios residuales entre los dientes (diastemas) con impactación del alimento sobre las encías.
Pérdida desapercibida de ajuste del alineador con expresión insuficiente de movimientos dentales.
Alteración de la secuencia eruptiva dentaria normal (especialmente en niños).
Aparición secundaria de hábitos del tipo de la interposición lingual o la deglución atípica o su agravamiento si estaban presentes y no fueron diagnosticados.
Planes de tratamiento no realistas que solo consideran la oclusión en máxima intercuspidación y no la relación céntrica de los maxilares, imposible de determinar por el propio paciente.
Aparición o falta de corrección de interferencias dentarias y prematuridades durante el tratamiento.
Ausencia de guías funcionales, fundamentalmente de guía canina, imposibles de considerar en una valoración inicial y final con solo fotografías y sin participación de un profesional.
Desajustes marcados entre las líneas medias de las arcadas dentarias, entre la línea media de los dientes y la cara o entre las líneas medias dentarias y el mentón que frecuentemente pasan desapercibidas para el paciente al inicio del tratamiento.
Resultado estético facial inadecuado por falta de una adecuada evaluación de los tejidos blandos, particularmente a nivel mentolabial.
Expresión incompleta de la capacidad correctora de los alineadores porque la dinámica de tratamiento no da acceso al paciente a elementos clave de la terapéutica como son el uso de attaches y otros elementos auxiliares. O en el caso de la colocación de attaches sin los adecuados controles de seguimiento, su pérdida o falta de ajuste durante el tratamiento.