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EL TABACO TIENE SERIOS EFECTOS NOCIVOS TAMBIÉN SOBRE NUESTRA SALUD ORAL

  • En Baleares el 21% de los ciudadanos fuman cada día, somos una de las comunidades autónomas con más fumadores del Estado.

  • “Sabemos que, con nuestro apoyo, las tasas de reincidencia en el hábito de fumar son inferiores y que, después de 6 meses o más, el número de ex-fumadores que siguen sin fumar es significativamente más alto” afirma el presidente del CODB, Ignacio García Moris, en el #DiaMundialSinTabaco



Según el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, “el consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria”. Fumar incide seriamente en la salud general y puede desembocar en cáncer, cuadros isquémicos, derrames cerebrales y enfermedades pulmonares crónicas El riesgo de desarrollar estas enfermedades o de fallecer como consecuencia de las mismas se reduce generalmente al abandonar este hábito.


Efectos del tabaco en la salud oral

Las consecuencias estéticas del hábito de fumar son la decoloración y aparición de manchas en los dientes y en las restauraciones. Otros efectos colaterales del consumo de tabaco son el aumento de arrugas en el cutis y la halitosis, pero estos son males menores si se considera que el cáncer y precáncer orales aparecen con mucha mayor frecuencia entre los fumadores que entre los que no lo son.


Hay que tener en cuenta también que en el desarrollo del cáncer oral se produce un efecto sinérgico entre tabaco y alcohol. El abandono del hábito de fumar hace que disminuya considerablemente este mayor riesgo de cáncer oral en un período de entre 5 y 10 años, lo que supone una evidencia clara de los efectos altamente nocivos del consumo de tabaco..


Entre otras consecuencias, el hábito de fumar disminuye la agudeza olfativa y palatal y afecta negativamente la capacidad de cicatrización de las heridas.


Además, la periodontitis muestra una mayor prevalencia y gravedad en los fumadores y asimismo es mayor el índice de casos de gingivitis ulceronecrotizante aguda en los fumadores que en los no fumadores.


Por otro lado, el número de pacientes con periodontitis en los que se evidencia un avance progresivo de la enfermedad tras la aplicación de la terapia es abrumadoramente superior entre los fumadores. Dejar de fumar puede detener el avance de la enfermedad y mejorar los resultados del tratamiento periodontal, según un estudio realizado por un Grupo de Trabajo de la Unión Europea sobre datos recogidos por el Consejo General de Colegios de Dentistas de España.


Los índices de fallo en los implantes dentales son significativamente más altos en los fumadores que en los no fumadores. En los pacientes que dejan de fumar antes de la intervención inicial para la colocación de un implante se aprecia una reducción significativa en el índice de fallo de los implantes.


El paladar del fumador y la melanosis del fumador son lesiones menores causadas por el tabaco. El consumo de tabaco, ya sea por sí solo o en combinación con otros factores, parece ser un importante factor de predisposición a la candidiasis oral.


El consumo de tabaco de mascar produce alteraciones en forma de arrugas en la mucosa en la parte donde se sitúa la mascada y la tasa de producción de saliva y su composición se ven afectados por el hábito de fumar. A menudo, se detecta una mayor tasa de caries dental entre los fumadores a lo que se le suma una predisposición a la infección por hongos ya que los componentes del tabaco alteran la microflora oral, provocando la aparición de hongos.


El Colegio Oficial de Dentistas de Baleares, CODB, recomienda que todo el personal de las clínicas dentales sea consciente de la relación que existe entre el hábito de fumar y los problemas dentales y que transmita las recomendaciones en contra del tabaco a sus pacientes. “Ayudar a nuestros pacientes a que dejen de fumar es una de nuestras obligaciones como dentistas, explica el presidente del CODB, Ignacio García Moris, sabemos que, con nuestro apoyo, las tasas de reincidencia son inferiores y que, después de 6 meses o más, el número de ex-fumadores que siguen sin fumar es significativamente más alto”.





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