Los presidentes de los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios han redactado un manifiesto en el que piden una regulación adecuada de la publicidad sanitaria que garantice que los mensajes y la información que se difundan atiendan a criterios estrictamente clínicos y sanitario
Para evitar confundir al ciudadano, la publicidad sanitaria debe ser rigurosa, veraz, prudente y comprensible, basada en la ética y la evidencia científica
Los presidentes de los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios han redactado un manifiesto en el que alertan a la Administración pública sobre la urgente necesidad regular la publicidad sanitaria.
Con mucha frecuencia, los medios de comunicación promocionan empresas, centros sanitarios o establecimientos que carecen de las autorizaciones sanitarias correspondientes. Dichos anuncios, no siempre son éticos ni objetivos, por lo que pueden crear falsas expectativas en los ciudadanos en cuanto al resultado de sus tratamientos. A esta situación hay que añadir la publicidad que determinados “influencers” hacen en las redes sociales de productos, medicamentos y tratamientos que requieren legalmente prescripción, ejecución, dispensación y seguimiento por parte de profesionales sanitarios por los riesgos que pueden conllevar para la salud.
Por estos motivos, los Consejos Generales de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios vuelven a insistir en la necesidad de establecer -al igual que en los países de nuestro entorno- una regulación adecuada para garantizar que los mensajes y la información de índole sanitaria que se difundan atiendan a criterios estrictamente clínicos, siendo rigurosos, veraces, prudentes y comprensibles, basados en la ética y la evidencia científica, que eviten confundir al ciudadano.
Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, insiste en que la Administración Pública y los diversos partidos políticos deben tomar conciencia de que la publicidad sanitaria es especialmente sensible y que, por tanto, debe estar regulada. “No es admisible -indica-, que no exista prácticamente ninguna restricción legal en este tipo de publicidad, de tal forma que la publicidad, sea o no veraz y, en ocasiones, engañosa, pueda distribuirse libremente y apenas sin ningún control”.
Por su parte, Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmaceuticos, ha manifestado que “la seguridad del paciente en Internet es una batalla que los farmacéuticos españoles llevamos liderando muchos años. Integrar a la Farmacia en un Plan Nacional para la Seguridad del Paciente en Internet y el control de la publicidad en la red, aportaría mucha eficacia a las medidas tomadas, en este sentido, por las autoridades sanitarias. Proponemos la creación de un plan nacional para la seguridad del paciente en Internet que evite la venta ilegal de medicamentos, las falsificaciones y controle la publicidad engañosa, los bulos y la desinformación”.
Asimismo, Tomás Cobo, presidente de la Organitzación Médica Colegial, muestra “la preocupación que como Consejos Profesionales tenemos ante esta lacra” y manifiesta su postura beligerante para “luchar contra aquellos que jueguen con la esperanza y desesperanza de los pacientes”. “Debemos denunciar estos casos y concienciar a la población para que acuda a fuentes fiables basadas en evidencia científica, alejadas de quienes solo buscan la confusión y la desinformación”
Luis Alberto Calvo, presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, añade que “la publicidad no regulada en cuestiones sanitarias a menudo corre pareja a las noticias falsas y a las creencias erróneas, por lo que debe existir un marco claro de regulación. Los veterinarios y veterinarias, como el resto de las corporaciones sanitarias, trabajamos sin tregua contra el intrusismo profesional, y recomendamos a todos los ciudadanos que conviven con animales de compañía que tengan prudencia ante cualquier mensaje sospechoso, ya que en muchas ocasiones se pone en riesgo la salud de las mascotas y de las personas, pues no existen líneas divisorias entre la sanidad animal y la salud pública”.
Por último, los Consejos de Dentistas, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios solicitan que esta regulación cuente con un procedimiento sancionador que pueda disuadir de estas prácticas comerciales que pueden poner en riesgo la salud de los ciudadanos, y que surgen especialmente cuando se antepone cualquier otro interés por encima de ella.
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